El valor de los datos personales
Muchas redes sociales, con Facebook a la cabeza, han generado millones de dólares de ganancias vendiendo a empresas los datos personales de sus usuarios.
A cambio, ofrecen su servicio gratis. Pero las nuevas startups plantean un enfoque diferente: que sea el usuario quién decida sobre el destino de sus datos.
Los usuarios de Facebook pueden pensar que se benefician con el arreglo: la red social ofrece un servicio en donde pueden interactuar con sus amigos, familia y compañeros de trabajo, subir fotos y compartir enlaces. ¿Cuánto cobra Facebook por esta posibilidad? Absolutamente nada. Inscribirse es el primer y único paso para convertirse en usuario. Sin embargo, al analizar los números algo no huele bien: Facebook se cotiza en US$ 24.000 millones gracias al uso que hace de la información que los usuarios proporcionan de manera voluntaria. Los usuarios comparten todo y reciben poco a cambio.
Este paradigma que ha imperado en las redes sociales nacidas en los últimos años está por cambiar. ¿No es lógico, después de todo, que los usuarios obtengan parte de los beneficios que genera su información personal? Lo que viene en el campo de la comunicación social digital es un prototipo de sitio que permite a sus usuarios usar la plataforma de manera gratuita pero también ser socio a la hora de vender los datos. En palabras más simples: un Facebook que paga.
Hace un mes Mercado ofreció una reseña sobre Chime.in, una red social que en su fase beta ya permitía la posibilidad de compartir las ganancias con los usuarios de su plataforma. En realidad Chime.in es sólo la primera de una serie de startups que prometen el control de los datos personales para convertirlos en la “divisa del siglo 21”. La hipérbole vale: en un mercado dominado por pocos actores que están continuamente envueltos en escándalos por violación a la privacidad, que emerjan sitios competidores en donde el negocio de los datos es compartido con los usuarios que los generan, es una idea ganadora.
Es que en el modelo de negocios actual quienes renuncian a su información desconocen su destino final. Los datos médicos, por ejemplo, pueden ser usados tanto por laboratorios farmacéuticos como por empresas de management. En el mercado de la información, esas estadísticas valen oro y las startups lo saben. Es por eso que algunas han creado “data lockers”, depósitos digitales en donde los usuarios cargan su información de manera segura. Una de las empresas pioneras en “Data lockers” es Personal, que actúa como intermediario entre los usuarios generadores de datos y las empresas que quieren comprarlos.
Si bien Facebook es el presente de las redes sociales, el futuro puede encontrar a los usuarios como socios de las grandes empresas.
Fuente : Mercado
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