La publicidad es un arte antiguo, pero ni se te ocurra llamar “arte” a lo que hace David Ogilvy.
Nació el 23 de Junio de 1911, en West Horsley, Inglaterra. Decidió migrar hacia los Estados Unidos, más precisamente Nueva York, y allí logró convertirse en una leyenda del copywriting, creando cientos de titulares tan poderosos y efectivos, que hasta la fecha, conservan su poder. David Ogilvy es el publicista más famoso y sus lecciones siguen siendo relevantes hoy en día, como cuando abrió las puertas de su agencia Ogilvy&Mather en 1948. Él entendió tan bien la naturaleza del rol del marketing y la publicidad, hasta el punto de poder concluir que: la publicidad no es arte, es sólo un medio de información, un mensaje para lograr un único propósito: vender.
Esta cita es de su libro: “Ogilvy on Advertisement”, que por cierto es excelente y te recomiendo leer.
Aunque “Ogilvy on Advertisement”, fue escrito en 1983, (sí, lo sé, ¡1983 suena casi prehistórico y tan…sin internet!) no creas ni por un segundo, que todo lo que introdujo al mundo de la publicidad, no se sigue aplicando hoy en día. Sus lecciones viven aún en el marketing tradicional y hasta en los nuevos desafíos de la era de Social Media.
Las mismas técnicas “Ogilvyanas” que funcionaron en los años 70, tranquilamente pueden ser aplicadas en las publicidades actuales, en los titulares de blogs, en el marketing de los sitios web, e-commerce y canales de Youtube. Por algo dicen que las ideas de los genios, perduran en el tiempo. Estos 7 mandamientos, del publicista que más ha influenciado al mercado, te demostrarán que sus ideas son eternas ¡Y con buena razón! Empecemos a aplicarlas, estudiando el mandamiento número 1:
1.“ Tu rol es vender, no dejes que nada te distraiga del único propósito de la publicidad.”
La creación de un anuncio publicitario, no se hace para probar quién es más creativo y gracioso. Tampoco para demostrar, quién puede armar y escribir la frase con el mejor juego de palabras. Ogilvy dice en su libro, que detestaba que sus empleados se refirieran a sí mismos como “creativos”. “Tu rol es vender, no dejes que nada te distraiga del único propósito de la publicidad.”
El punto central de este mandamiento, David Ogilvy lo explica de manera muy simple: si quieres que la gente compre tu producto, debes explicarle lo más breve y sencillamente posible qué vendes y cómo comprando ese producto, sus vidas van a mejorar. La gente no tiene mucho tiempo para pensar, por lo tanto, si piensas que debes sorprenderlo con tus palabras y creatividad, puedes hacerlo, pero nunca lo hagas a expensas de lograr la venta.
2.“Define claramente tu posicionamiento: ¿Qué y para quién?”.
Posicionamiento es un término curioso, que en las propias palabras del gran maestro de la publicidad, tiene una definición distinta.
Ogilvy piensa así: qué es el producto y para quién estará posicionado.
“Podría haber posicionado a Dove como una barra de jabón para hombres con manos sucias, pero elegí posicionarlo como un jabón de manos para mujeres con piel seca. Esta estrategia aún funciona 25 años más tarde”.
3.”Haz tu tarea. Estudia detalladamente a tu consumidor.”
Los publicistas que ignoran la investigación, son tan peligrosos como los generales que ignoran las señales del enemigo”.
No tendrás ni una chance de producir publicidad que sea exitosa y que venda, si no empiezas haciendo tu tarea. Es la parte más tediosa según Ogilvy, pero obligatoria. Debes hacerla.
4.“Piensa en el consumidor como tu mujer, ella quiere toda la información que puedas darle”.
Una importante lección que debemos tener en cuenta al redactar y comunicar: no subestimes al consumidor. No tomes a tu audiencia como “tonta”, valórala como si fuera tu esposa.
¿Qué quiere decir con eso? Que si quieres hacer dinero en marketing, tendrás que respetar a tu audiencia. Todos los días, los consumidores son bombardeados con publicidades, que en muchas ocasiones, rozan lo ridículo: parece que los publicistas sólo desean demostrar qué tan creativos son, dejando totalmente de lado el hecho, de que un anuncio debe brindar información relevante y seducir al público.
5.“Háblales con el lenguaje que usan cotidianamente”.
Háblale a tu audiencia de una forma en la que te sientan como alguien cercano, que está sentado en la silla frente tuyo. Al mismo tiempo, cuando te dirijas a tu público: “dirígete a tus lectores como si estuvieras escribiéndole una carta en nombre de tu cliente” – dijo este hito de la publicidad. “Háblales con el lenguaje que usan cotidianamente”.
6. “Escribe excelentes titulares y habrás invertido correctamente el 80% de tu dinero”.
“En promedio, hay cinco veces más personas que leen los titulares que las que leen el cuerpo del texto. Cuando hayas escrito tu título, habrás gastado 80 centavos de tu dólar”.
Menos es más, cuando se trata de títulos, porque 8 de 10 personas leen el titular, y sólo 2 de 10 se quedan a leer el resto. Con estos números, ¿crees que la gente podrá perder el tiempo leyendo algo complicado, que los haga pensar de más? Ellos necesitan la información justa, que en pocos segundos lo seduzcan a quedarse por más.
Básicamente, lo que debemos obtener del lector, es que nos diga lo siguiente: “ok, tienes mi atención. Ahora dime más”.
7.“Destaca al producto convirtiéndolo en el héroe”.
¿Cuál es la diferencia entre vender un jabón A de otro jabón B, si ambos tienen básicamente las mismas propiedades y son el mismo producto en esencia?Brindando algo que el otro no tiene, y convirtiendo a tu producto en el superhéroe y la estrella.
Si crees que tu producto es aburrido, Ogilvy tiene noticias para darte: no existen los productos aburridos, sólo hay escritores aburridos.
Via: postcron.com